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ESGRIMA --- L.T.E.

Seguridad en la esgrima histórica

En la práctica de cualquier actividad deportiva, especialmente si se trata de un arte marcial, es fundamental seguir una serie de directrices que hagan que la disciplina practicada goce de las máximas garantías de seguridad. 

En este texto nos centraremos en los preceptos a seguir en las diferentes destrezas de la esgrima con armas históricas. 

Es probable que después de un tiempo ejercitándose en una u otra variante de una de estas artes, el esgrimidor haya tenido algún que otro percance en los entrenamientos. Esto es algo normal y que hemos de asumir como un riesgo habitual dentro de cualquier actividad física en el ámbito deportivo. Sin embargo, estos accidentes siempre han de estar encuadrados dentro de eventos aislados que se deban a la mala fortuna y nunca a la negligencia o irresponsabilidad dentro del ejercicio de la esgrima.

No podemos controlar la infinidad de factores que pueden provocar una lesión, no obstante, sí se pueden prevenir la mayoría de ellos gracias a la aplicación de unas normas de seguridad que devienen de una experiencia previa y sobre todo muchísimo sentido común. Por otro lado, una vez que la cautela y la prevención no han sido suficientes para evitar una situación potencialmente lesiva, han de intervenir elementos de protección personal que anulen en su totalidad o al menos minimicen los posibles daños.

Para todo lo anteriormente descrito, he creado una serie pautas que han de seguirse de manera estricta y metódica, propiciando así el que estas artes marciales cuenten con todas las garantías de salvedad necesarias para su correcta práctica.

- 1º El respeto a la integridad física, propia y de nuestros compañeros, ha de estar en primer lugar en la práctica de un arte marcial.

Una persona que no comprenda u aplique este precepto, no está preparada para una práctica en la que tenemos en nuestras manos la salvedad de aquel que entrene con nosotros. Evidentemente esta realidad es aplicable a nuestro compañero de armas, que en todo momento habrá de velar por evitar cualquier tipo de situación que implique un riesgo no controlado.

- 2º Las armas de práctica, a pesar de no contar con partes afiladas ni punzantes. No han de ser consideradas meras herramientas de entrenamiento, por el contrario se les deberá dar el mismo tratamiento que sus homólogas en el campo de las armas blancas.

Una espada de entrenamiento, a pesar de tener reducidas sus capacidades ofensivas, sigue teniendo un tremendo potencial lesivo. 

Es por ello que hemos optado por simuladores de acero ligeros, flexibles y de punta abotonada para la práctica de la esgrima con armas históricas, que además de ser más seguros recrean de una manera más fiel el manejo de una espada afilada.

En los simuladores de nylon la peligrosidad en el entrenamiento disminuye, no obstante siguen teniendo suficiente consistencia para producir serias contusiones e incluso rotura de huesos si se aplica en su manejo una excesiva potencia.

- 3º Imponer el uso obligatorio de las protecciones adecuadas al ejercicio que vayamos a realizar.

Esta es una importante norma cuya importancia se hace patente cuando por algún desafortunado incidente, se produce una lesión que de haber estado el accidentado debidamente protegido, hubiera quedado en una mera anécdota.

En el mismo momento en el que empuñamos un arma, hemos de estar equipados de unas protecciones mínimas, aunque solamente vayamos a realizar ejercicios en solitario.

Protecciones básicas para realizar ejercicios en solitario:
- Careta de esgrima de 350 Newtons
- Guantes de cuero acolchados
- Coderas
- Rodilleras

Una vez que comienzan los entrenamientos por parejas, aunque no lleguemos al combate, hay varios elementos de obligado uso. 

Protecciones básicas para el entrenamiento de técnicas por parejas con simuladores de nylon:
- Careta de esgrima de 350 Newtons
- Guantes reforzados
- Coderas y protección de antebrazo
- Grebas sintéticas para cubrir desde la rodilla hasta la garganta del pie

Protecciones básicas para el entrenamiento de técnicas por parejas con simuladores de acero:
- Careta de esgrima de 350 Newtons
- Chaquetilla de esgrima de 350 Newtons
- Guantes reforzados
- Coderas y protección de antebrazo
- Grebas sintéticas para cubrir desde la rodilla hasta la garganta del pie

Cuando realizamos ejercicios de combate, la protección ha de extremarse de manera especial aunque contemos con la base de un uso responsable del arma.

Protecciones básicas para el combate con simulador de nylon:
- Careta de esgrima de 350 Newtons y protección posterior para la nuca
- Peto acolchado de artes marciales
- Gorguera acolchada
- Guantes reforzados
- Coderas y protección de antebrazo.
- Grebas sintéticas para cubrir desde la rodilla hasta la garganta del pie
- Coquilla


Protecciones básicas para el combate con simulador de acero:
- Careta de esgrima de 350 Newtons y protección posterior para la nuca
- Chaquetilla de esgrima de 350 Newtons
- Peto rígido de cuero o protector pectoral de esgrima deportiva
- (También se puede optar por una chaqueta acolchada de entrenamiento en cuero, siempre y cuando no se combata con un tipo de espada cuya hoja corra riesgo de rotura) 
- Gorguera acolchada
- Guantes reforzados
- Coderas y protección de antebrazo.
- Grebas sintéticas para cubrir desde la rodilla hasta la garganta del pie
- Coquilla

Nota: Tanto en las caretas como en las chaquetillas de esgrima, 350 Newtons es el mínimo exigido, sin embargo no está de más la adquisición de material con una calificación superior.

- 4º Ejercer pleno control sobre el arma que se maneja. No importa la calidad de las protecciones que usemos ni el respeto que nos imponga un arma o la integridad física de un compañero, si no podemos abalarlo con un control razonable del arma que empuñamos.

A la hora de llegar a realizar ejercicios por parejas y sobre todo cuando se comience a combatir. Se habrá de tener un trabajo previo realizado que nos capacite a la hora de tener pleno control sobre el arma (Me refiero a controlar el arma, cuando quiero definir que se tienen las capacidades físicas y técnicas para realizar un uso responsable de la misma. El “dominio” de un arma es por supuesto otra cosa, ya que implicaría la capacidad de realizar maniobras complejas con el arma con un grado aceptable de efectividad).

Para obtener dicho control, hace falta un compromiso entre el instructor y el aprendiz, en el que él primero promueva la realización de ejercicios físicos que otorguen el grado de fortaleza necesario para el uso correcto del arma, además de ejecutar rutinas de entrenamiento que mecanicen los movimientos que han de usarse cuando se trabaje con el compañero. Por su parte, aquel que practica estos ejercicios, habrá de mostrar interés en su realización ya que estos le conferirán el control de su arma en sus tres facetas más importantes, que son distancia, potencia y tiempo de ejecución.

- 5º Elección y correcto uso del espacio de entrenamiento. Esta parte aunque no muy tratada, es fundamental para el adecuado desarrollo de una clase. 
Debemos tener en cuenta una serie de factores del lugar donde entrenamos, como la correcta iluminación del recinto, el espacio de la sala que permita mantener la distancia de seguridad entre unos practicantes y otros, la calidad del suelo del lugar de entrenamiento (Sin obstáculos, que no sea deslizante, etc.)

Estas son las cinco principales directrices que habremos de observar para una práctica marcial segura.

 

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